print/design
Coloca una gota de mezcal en el dorso de la mano, espera a que se evapore un poco para olerlo. Debes percibir el aroma del agave cocido.
Toma aproximadamente media onza de mezcal preferentemente en una jícara o vaso abierto. Recuerda que el 40% del sabor entra por el olfato.
Toma un pequeño trago, enjuaga tu boca, pásatelo lentamente y exhala por la boca para después cerrarla nuevamente y concentrarte en el aroma y sabor. Recuerda que el mezcal se toma a besitos, como el amor de tus seres favoritos.
Repite cuantas veces sea necesario. (Con moderación, claro). Recuerda que el mezcal no te emborracha, te pone mágico, pero mejor no te excedas.